Tener un pequeño negocio puede ser muy estresante porque es difícil encontrar momentos para desconectar o relajarse. Pero tu negocio irá mucho mejor si consigues un buen balance vida-trabajo. En esta guía encontrarás ideas para conseguirlo.
Cuando tienes un pequeño negocio tiendes a convertirte en un adicto al trabajo. Trabajar duro es el camino para alcanzar el éxito y no vamos a negar que esto es así, al menos hasta cierto punto.
Exigencia sí, pero bajo control
Desafortunadamente, demasiado trabajo duro también puede acabar contigo, literalmente. Un estrés excesivo puede tener como consecuencia la presión por las nubes, problemas de corazón, colesterol, mala salud y un largo sin fin de otras posibles enfermedades.
Además, exigirte demasiado no sólo es malo para tu salud y para la salud de los miembros de tu equipo, también es terriblemente ineficiente porque perjudica seriamente la motivación y la creatividad.
Un buen balance entre vida y trabajo es esencial si quieres sacar el máximo provecho de tus habilidades. En esta guía encontrarás algunas ideas para conseguir un balance correcto entre tu vida y tu trabajo, manteniendo un funcionamiento óptimo de tu negocio.
Encuentra tu equilibrio ideal
Trabajar duro es algo inevitable si quieres levantar un negocio, pero esto no significa que debas trabajar 24 horas 7 días a la semana.
Cuando tu negocio te pida horas y esfuerzos extra, dáselas. Pero no dejes de contar lo que haces de más para poder compensarlo en otro momento. Tras algunas semanas de esfuerzo intenso por ejemplo, te puedes regalar un fin de semana largo para recargar las pilas de tu cuerpo y tu mente.
Piensa en las horas que dedicas a relajarte como si fueran un banco de energía. De modo que luego puedas usar esta energía acumulada para afrontar los esfuerzos extra que te pedirá tu negocio.
¿Qué dice la ciencia?
Hay múltiples estudios en el campo de la psicología y la ciencia sobre el funcionamiento de nuestro cerebro. Si quieres conseguir un buen balance entre vida y trabajo, estos consejos te pueden venir muy bien:
La hora de la siesta…
Los estudios demuestran que las 2 horas inmediatamente posteriores a la hora de comer son muy malas para hacer trabajo intelectual intensivo. Desafortunadamente no todos tenemos la suerte de poder hacer una siesta, de modo que lo más sensato es dedicar estas horas a las tareas administrativas que no requieran mucha concentración.
Deja fluir la creatividad
Las partes más creativas de nuestro cerebro se disparan cuando estamos distraídos con otras cosas, y especialmente cuando estamos cansados o relajados. Por este motivo las ideas más brillantes suelen aparecer por la noche.
La mejor manera de liberar la creatividad es pensar en algo durante un rato y luego olvidarlo y relajarse.
Diurno o nocturno
Hay gente que trabaja mejor de noche y otra que trabaja mejor a primera hora de la mañana. No puedes hacer demasiado para cambiar tu naturaleza, de modo que lo más inteligente es preguntarte si eres más productivo por la noche o por la mañana. Cuando lo tengas claro, guardar las horas en las que tu cerebro está más activo para trabajar en las tareas que requieren más concentración.
Sí al estrés, pero con moderación
Pequeñas cantidades de estrés son útiles para mantener nuestro cerebro en óptimas condiciones de trabajo. Sin estrés nuestro cerebro tiende a acomodarse. Aún así, hay que evitar los períodos largos de estrés porque pueden ocasionar un envejecimiento prematuro de nuestro cuerpo.
4 trucos prácticos
Ahora que ya tienes claro por qué debes encontrar un buen balance entre vida y trabajo, te estarás preguntando por dónde empezar. Estos son 4 trucos que te pueden venir de maravilla:
1- Haz todas tus vacaciones
Y anima a todo tu equipo a hacer exactamente lo mismo. Sin vacaciones tu vida puede convertirse en una rutina y este no es el mejor modo de llevar un negocio. Tómate respiros cuando puedas y aprovecha para cargar tus pilas al máximo.
2- Aprende a delegar
Los mejores empresarios son los que consiguen delegar las cosas correctas a las personas correctas, y luego dejarlas trabajar en paz. Si te cuesta delegar, trata de aprender. Tu negocio tiene más posibilidades de éxito si aprendes a hacerlo y tú te sentirás mucho mejor rebajando un poco la presión.
3- Desconecta
Aprende a desconectar correctamente al final del día y en tu fin de semana. Resiste la tentación de consultar tu correo electrónico de trabajo o tus datos de facturación fuera de horas. Relájate y desconecta totalmente de tu “modo trabajo”.
Resiste la tentación de comprobar tu correo electrónico de trabajo o de entrar en tu programa de facturación fuera de horas.
4- Mantente sano
Come con moderación, evita estimulantes, haz ejercicio y duerme. Mantener tu cuerpo sano será de gran ayuda para tu mente. Y no está de más hacerse un chequeo médico de vez en cuando, los emprendedores tienden a subestimar los síntomas del estrés.
Recuerda por qué tienes tu propio negocio
Mira atrás de vez en cuando y recuerda por qué lo empezaste. Puede que fuera para tener más independencia, más dinero, nuevos retos, o más tiempo para dedicar a tu familia o hobbies. O quizá un poco de todo.
Mantén tus objetivos en mente o escríbelos para tenerlos siempre bien presentes. De este modo será mucho más fácil evitar que tu negocio se convierta en un fin por sí mismo. Tomar perspectiva es importante.
Nadie muere deseando haber pasado más tiempo en el trabajo.
Tu balance entre vida y trabajo afecta directamente al éxito de tu negocio. Dedicar toda tu vida al negocio tendrá consecuencias nefastas para tu propia salud y también para su éxito.
Trabajar para conseguir un buen balance entre ambas cosas, es el camino para conseguir un buen negocio y la salud y el tiempo para disfrutarlo.
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