El activo circulante, que también se conoce como activo corriente, son los bienes y derechos líquidos (en dinero) que tiene una empresa, más los bienes y derechos que pueden convertirse en líquidos en un periodo de tiempo inferior a un año.
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El activo circulante es muy importante en una empresa, ya que si cuenta con este tipo de activo, está a su disposición para utilizarse en cualquier momento, y saldar las deudas a corto plazo.
¿Qué cuentas forman parte del activo circulante?
Estas son las cuentas principales que forman el activo circulante:
Existencias: Son bienes que se venderán en el curso ordinario de la explotación, o bien para su transformación o incorporación al proceso productivo.
Tesorería o caja: Es el dinero que posee la empresa en la caja para los pagos en metálico y en los bancos.
Deudas a cobrar a corto plazo: Las cuentas pendientes de cobro de los clientes por alguna venta realizada o servicio prestado a crédito, también puede considerarse aquellas obligaciones nacidas por diversos préstamos pendientes de cobro.
Inversiones financieras a corto plazo: Los productos financieros (fondos, depósitos) siempre que su vencimiento sea igual o inferior al año.
Esperamos que esta información te resulte muy útil.