Tus amigos, conocidos y familiares no son las personas más adecuadas para validar tu nueva idea de negocio. Debes preguntar a quienes van a ser tus clientes en el futuro.
Seguro que en más de una ocasión, has intentado contar una nueva idea de negocio a tus amigos, familiares y conocidos… ¿verdad?
¿Cuál es la reacción habitual?:
- Caras de no entender nada.
- Caras de “esta idea no va a funcionar”.
- Caras de “se va a equivocar y no quiero”.
Es normal, piénsalo bien: te tienen aprecio y lo último que quieren es que te equivoques.
Así que reaccionan de este modo, mostrando escepticismo y diciendo algo así como: “No sé si esta idea va a funcionar”.
Tus conocidos no son tus clientes
Tus amigos, conocidos y familiares, probablemente, no entienden la idea que les estás contando.
Ellos no han estudiado un nicho de mercado, no han pensado en las necesidades de un determinado sector… y lo más importante:
No son tu público objetivo.
Y este es, precisamente, el motivo por el que quizá no son las personas más adecuadas para valorar tu idea.
Tú tampoco eres tu cliente
Si es cierto que lo que digan las personas que te rodean, no es muy relevante. Tampoco lo es lo que pienses tú. Sí, lo siento. Es así.
Tu criterio, en este caso, no es del todo objetivo. Evidentemente es tu idea, y siempre (al menos al principio) te va a parecer brillante. Aunque es muy posible que no lo sea.
Pregunta a tus clientes potenciales
Tu opinión no es fiable y la opinión de las personas que te rodean tampoco. Así que… ¿cuál es la opinión que sí es relevante?
Sencillo: la de tus futuros clientes.
Es a ellos a quienes debes dirigir tus preguntas: a tus posibles clientes del futuro. A ellos debes contarles el producto/servicio que tienes en mente.
Búscales y antes de hacer nada, de desarrollar nada, de comprar nada… habla con ellos. Pregúntales por:
- Su trabajo
- Sus problemas
- Sus necesidades
Y valida que aquello que tienes en la cabeza, realmente, es lo que ellos necesitan.
Ya te puedo adelantar que es muy posible que no lo sea. Pero no hay problema, si es así, modifica tu idea para dar respuesta a los problemas reales de tus futuros clientes.
Sólo así vas a poder crear un servicio / producto por el que estén dispuestos a pagar.
Conclusión
Sal a la calle y busca futuros clientes, valida tu modelo de negocio y el servicio o producto que vas a ofrecerles, preguntándoles directamente.
Te puedo asegurar que la mayoría de negocios que han fracasado, hubieran funcionado mucho mejor empezando por aquí. Y lo digo por experiencia propia ;)
Saludos.
¿Cómo validas tus ideas de negocio? ¿A quién preguntas? ¿Cómo investigas?
Anímate a dejar un comentario y hablar sobre tu experiencia.
Ah, y si puedes compartir el artículo, mejor que mejor ;)
¡Saludos!