Si tienes un pequeño negocio seguro que te has encontrado con clientes que quieren resultados inmediatos. Clientes que no son realistas con los plazos de entrega y que quieren ver resultados mañana.
Tratar con este tipo de clientes no es fácil. Por un lado debes conseguir que trabajen contigo y que queden contentos pero, al mismo tiempo, tienes que evitar que destruyan tus horarios y tus compromisos con otros proyectos.
Para conseguir estos objetivos te proponemos una estrategia que seguro que te ayudará.
Las cosas claras desde el principio
Cuando tratamos por primera vez con un posible cliente, en una llamada, un mail o una reunión, es muy fácil dejarse llevar por el “sí a todo”.
Necesitas vender, y decir sí a todo lo que te piden es sin duda efectivo. Aún así, es una estrategia nefasta para tu negocio. Si consientes a tu cliente desde el primer día, vas a sufrir mucho para conseguir razonar con él más adelante.
Deja claros los plazos y las condiciones desde el primer día (piénsalo antes de la reunión, que no te pille por sorpresa) y asegúrate de que tu cliente los entiende.
Cuéntale el por qué de los plazos y las condiciones. Explícale qué etapas sigue tu trabajo y por qué planteas plazos realistas.
Tu cliente agradecerá tu sinceridad y valorará tu experiencia afrontando proyectos.
Algunos consejos prácticos que puedes aplicar
En una relación de cualquier tipo, si las condiciones están claras todo es mucho más fácil. Si apuestas por la sinceridad y la transparencia con tus clientes, ellos lo valorarán.
Estos son algunos consejos para conseguirlo:
- No prometas una fecha concreta para entregar un proyecto si sabes que no vas a poder cumplirla.
- Cuéntale a tu cliente qué tiempo tardaron otros proyectos similares.
- Preséntale unos plazos que sean realistas y basados en la experiencia.
- Dale a tu cliente un desglose de tareas para su proyecto. Que tenga claras las etapas y cuando puede esperar ver resultados.
- Informa a tu cliente de las tareas cerradas. Si podéis estar los dos en un gestor de proyectos compartido como Basecamp o Redbooth por ejemplo, mucho mejor.
- Asegúrate de que tu cliente sabe qué tareas incluye el proyecto y qué tareas no.
- La transparencia es básica. Informa a tu cliente inmediatamente si surge una complicación.
- Potencia al máximo la comunicación con tu cliente. El proceso será más colaborativo, y el cliente se sentirá más integrado y más feliz con los resultados.
- Añade algunos días de más a tu fecha de entrega. Siempre hay algún imprevisto que aparece en el peor momento.
Conclusiones
No caigas en la tentación de prometer el Edén a tus clientes solo para vender.
Sé realista y sincero con lo que puedes ofrecer. Quizá pierdas algún cliente, pero tu relación con los que decidan trabajar contigo será mucho mejor porque lo harán sabiendo cuales son las condiciones y los plazos que aceptan.
La sinceridad y la transparencia son la base para fidelizar a tus clientes. Úsalas.
¿Tienes clientes poco realistas? ¿Tienes otras estrategias para compartir? Puedes contarlas en los comentarios.
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