Cuando tienes vocación de servicio a tus clientes, tiendes a querer solucionar todos sus problemas. Es normal, nos ha ocurrido a todos, son tu medio de vida y quieres cuidarles tanto como sea posible.
Pero lo cierto es, que ni tú ni tu producto o servicio sois superhéroes. No podéis solucionar todos los problemas de tus clientes. Asumir este echo te ayudará a mejorar tu producto y como consecuencia a cuidar mejor a tus clientes.
Estamos convencidos de ello y estos son nuestros motivos:
1- Una solución
Si pensamos en los productos o servicios que más nos gustan (Gmail, Evernote, Dropbox,...) nos daremos cuenta de que no solucionan todos nuestros problemas, se centran en resolver uno o dos de una forma eficaz y sencilla.
Este debe ser tu objetivo, solucionar un problema de una forma excelente.
2- Un producto complicado no es mejor
Pensar que un producto es mejor por qué tiene más funcionalidades es un error. En FacturaDirecta nos centramos en lo esencial, en lo que de verdad necesita el cliente y procuramos desarrollar funcionalidades que den respuesta a estas necesidades. Tú puedes hacer exactamente lo mismo.
Añade funcionalidades sólo cuando detectes una necesidad real entre tus clientes, de este modo evitarás complicar tu producto innecesariamente.
3- Eliminando funcionalidades
Si quieres mantener la simplicidad de tus productos, además de no incorporar funcionalidades de forma incontrolada, también es esencial eliminar las funcionalidades que han dejado de ser útiles para los clientes.
Haciéndolo, además, evitarás perder tiempo y esfuerzos manteniendo funcionalidades que no te aportan ningún valor.
4- La simplicidad como bandera
Albert Einstein decía: “Hazlo tan simple como sea posible pero no más simple”. Una frase que nos gusta tener siempre presente.
Las soluciones deben ser tan simples como sea posible, porqué simplemente serán mejores.
En FacturaDirecta trabajamos siempre con estos principios. Te animamos a sumarte a ellos.
¡Saludos!