Querido Excel,
Lo nuestro se ha acabado.
Fue muy bonito al principio, no lo negaré, pero ahora ya no tiene sentido continuar. No aguanto más....
Recuerdo aquella primera vez, cuando descubrí los gráficos en forma de pastel. Como me gustaban aquellos gráficos... y las barras... con colores, horizontales y verticales. Me parecían preciosas después de lo mío con Word.
Y no olvidaré nunca nuestra primera fórmula, una suma de 5 casillas. Una simple suma que a mi me pareció la fórmula más genial de todo el mundo, de todo el maldito universo.
Pero ahora, ahora nos hemos convertido en zombies haciendo fórmulas y más fórmulas sin ningún sentido.
Ya no quiero, no puedo aguantar más tus colgadas continuas, tus fórmulas rotas y tus informes de errores. No quiero enviar nunca más un informe de errores, maldita sea! ¿Para qué co.... sirven?
Hace tiempo ya que se acabó la magia y empezaron los problemas. No recuerdo ni cuando fue, pero creeme cuando te digo que hace ya demasiado.
Llevo 15 años aguantando una relación que no va a ninguna parte, y lo peor es que he sido consciente de ello. Sinceramente, no pensaba que hubiera nada mejor y de algún modo tenía que hacer mis facturas.
Vivía resignado a aceptar que aquello era lo único que había, desganado, aburrido y frustrado.
Pero ahora todo ha cambiado, un buen amigo me habló de él y ahora he vuelto a recuperar la ilusión por las facturas y por los gráficos. Soy feliz, sí, lo has oído bien. ¡Soy feliz!
Hago presupuestos, facturas y albaranes con distintas tipografías y colores, pongo imágenes de fondo, logos, modifico los márgenes, los campos, los textos, los idiomas y un largo sinfín de otras opciones. ¡Tengo miles de posibilidades!
Incluso puedo escoger los impuestos y las retenciones, y todo se calcula solo, sin ninguna fórmula que se pueda romper en cualquier momento.
Y sabes lo mejor: jamás se cuelga dejándome tirado. Algo que tú nunca me diste, aunque ahora no quieras aceptarlo. No tengo que estar sufriendo constantemente, soy libre.
Mi madre dice que no tengo el ceño tan fruncido.
Además, puedo trabajar desde donde me de la gana, sin tener que estar atado a mi ordenador. Todo el mundo me envidia cuando les digo que puedo hacer facturas desde mi móvil o desde mi iPad. No tienes ni idea de lo amargado que estaba sentado en la mesa de mi despacho.
Ahora por fin me he enamorado de nuevo, estoy como en las nubes.
Sinceramente tuyo,
Pol
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