Encontrar nuevos clientes no es nada fácil...
Básicamente, porque te pasas todo el día trabajando en tus proyectos actuales y dedicar tiempo a buscar nuevos clientes requiere un esfuerzo importante. Sólo falta que además, los clientes que consigas te absorban la energía. Hay que evitar esta situación a toda costa.
Necesitas buenos clientes que valoren tu trabajo, que te paguen a tiempo y que te recomienden a otros posibles clientes. En este artículo hablaremos de 3 trucos para conseguir atraer a este tipo de cliente.
¡A por ellos!
1. Ofrece servicios que tengan demanda y demuestra que tienes soluciones
Conocer tu público objetivo es clave para conseguir nuevos clientes y en general para que tu negocio tenga éxito.
Una buena opción para conseguirlo es visitar las páginas web de tus clientes deseados y hacer una pequeña investigación. ¿A quién contratan? ¿Con qué pequeños negocios trabajan y por qué? ¿Cuáles son sus objetivos?
Si conoces bien a tus posibles clientes, puedes prepara propuestas alineadas con sus retos y mostrarte como la persona que tiene las habilidades y conocimientos necesarios para ayudarles a conseguirlos.
Tu página web y tu actividad en las redes sociales o en tu blog son imanes para nuevos clientes. A la hora de publicar, piensa qué espera encontrar un posible cliente en tu página o en tus publicaciones y adapta tu mensaje a estas expectativas.
Habla de tus servicios, de los beneficios de trabajar contigo y proporciona testimonios que te den credibilidad.
2. Conoce lo que valen tus servicios y pide un precio razonable
Saber qué precio tienen tus servicios es importante. Y no me refiero a saber los euros/hora que cobras, me refiero a saber el precio de mercado de tus servicios.
Como profesional tienes que estar seguro del valor de tu trabajo, del alto nivel de los servicios que ofreces. Esto es esencial, pero además debes tener un precio competitivo.
Para ello, investiga qué es lo que cobran los profesionales del sector o pregunta a los amigos y conocidos del mismo sector qué es lo que cobran. Seguro que van a ayudarte. Opta por un precio que refleje tu experiencia y cualidades, y que no esté fuera del mercado.
Como ya sabes tu precio/hora no va a encajar con todos tus clientes, así que deja un poco de espacio para la flexibilidad y la negociación. Los clientes pagarán tu precio/hora encantados si les proporcionas soluciones y les ayudas a conseguir sus objetivos.
3. Pide a tus clientes actuales que te recomienden
Los clientes satisfechos son el mayor aval de tu trabajo y la mejor baza que tienes para convencer a los posibles futuros clientes de que tú eres el profesional o el pequeño negocio que están buscando.
Además, si están realmente contentos de tu trabajo, van a estar encantados de ayudarte y recomendarte. Aún así, es difícil que lo hagan de forma espontánea de modo que pídelo. Coméntales si saben de alguien que necesite tus servicios o anímales a poner un testimonio en tu web o en tu muro de Facebook.
Nota: No te pierdas nuestro artículo "Consigue testimonios geniales para tu página web".
3 señales inequívocas de que un cliente no te conviene
Evita siempre los clientes que cumplan 1 o más de estas 3 características:
1. Clientes que te piden que entregues el trabajo antes de ayer
A pesar de que la tecnología hace que podamos trabajar 24 horas y 7 días a la semana, esto no significa que debamos hacerlo.
Algunos clientes son especialista en bombardearte con emails, llamadas, nuevas peticiones fuera del presupuesto,... destrozando tu productividad y además sin pagar las horas de más.
Este tipo de cliente es un problema para el avance de tu trabajo y sin duda no te conviene. Una cosa es ser flexible y otra bien distinta, es que no te dejen trabajar.
Nota: No te pierdas nuestro artículo "Cuando decir NO a un cliente".
2. Clientes que pretenden que trabajes por debajo de tu precio o incluso gratis (para darte a conocer)
Negociar y tener una cierta flexibilidad en tu precio/hora es bueno, pero trabajar por debajo del precio adecuado o gratis es algo que no debes hacer nunca.
Un cliente que te pide que trabajes gratis o a un precio fuera de mercado, sencillamente no valora tu trabajo y nunca lo va hacer. Mucho menos si al final accedes a trabajar para él.
Algunos clientes creen que pueden pagar lo que quieran y a menudo son los mismos que se niegan a pagar una parte del trabajo por adelantado. Bueno, pues estos clientes no te convienen. Así de simple.
Nota: No te pierdas nuestro artículo "Es mejor hacer surf que trabajar gratis".
3. Clientes que no están alineados con tu portafolio
Los proyectos bien pagados son muy tentadores.... pero si no encajan con tu especialización o con el tipo de clientes que te interesan, no son una buena opción.
Si quieres ser bueno en un determinado nicho de mercado, debes realizar trabajos que te permitan aumentar tu experiencia y conocimiento. Un trabajo bien pagado que no cumpla estos requisitos es "pan para hoy y hambre para mañana". Una inversión de tiempo que te aporta poco.
Conclusión
El éxito de tu pequeño negocio no depende sólo de tus conocimientos o de tu experiencia, depende también de la gestión de tu tiempo, de la productividad, de tu marketing y de la capacidad de conseguir y mantener a los buenos clientes.
Ten estos consejos en mente y asegúrate de poner tu tiempo y esfuerzos en conseguir buenos clientes para hacer crecer tu negocio.
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