Trabajar para tus clientes y satisfacer sus expectativas es tu obligación si quieres mantener un negocio con buena salud. Pero no a cualquier precio.
Decir no a algunos clientes es posible y muy necesario en algunas ocasiones. Aceptar todos los proyectos que llegan a tu puerta quizá sirva al principio, pero luego hay que aprender a rechazar los que no te convienen.
Los perfiles de cliente que leerás a continuación quizá te suenen, para nosotros son algunos de los que merecen un no por respuesta.
El que te pide procedimientos poco éticos para lograr objetivos
Este es el primero por ser el más obvio. De todos modos y aunque no lo parezca, esto sigue pasando. Por este motivo está en esta lista.
El cliente que haga lo que quiera con su credibilidad y reputación, pero la tuya vale mucho y no puedes echarla a perder por un cliente. Te la has currado durante mucho tiempo.
El que dice que te promocionará a cambio de tu trabajo
¿Cuántas veces te has encontrado alguien que te ofrece trabajar para él a cambio de promocionarte entre su público o clientes? ¿Algunas verdad?
Seguramente al final aceptaste el trabajo, sin muchas ganas, más por compromiso que por otra cosa.
Esta estrategia puede ser útil al principio cuando tienes pocos clientes, pero luego no tiene ningún sentido. Si tu cliente gana dinero gracias a tu trabajo por qué tú no.
El que no te deja trabajar con tranquilidad
Hay clientes que solo están buscando una marioneta que cumpla punto por punto todo lo que ellos quieren hacer. ¿Te suena?
Estos clientes no te convienen. Si el trabajo no da los resultados esperados, no tengas ninguna duda de que la culpa va a ser tuya. Exige que te dejen trabajar y aplicar tus conocimientos. Si no es así, diles no.
El que te roba tiempo
Hay clientes especialistas en convocar comidas, reuniones, y demás encuentros, en llenar de mails tu buzón o tenerte al teléfono durante horas.
Perder el tiempo hablando, pensando y organizando en lugar de terminar el trabajo no es una buena idea. Prioriza la productividad ante todo y di no a los clientes robatiempo.
No lo hagas
Hay algunas situaciones en las que decir no es bueno para tu negocio. No tengas miedo a hacerlo con naturalidad y siempre con respeto.
Es muy simple: si no te conviene, no lo hagas.
Si tenéis ganas de reíros un rato os dejamos un vídeo de un diseñador que analiza sus distintos tipos de cliente. Brillante:
¿Alguna vez dijiste que no? ¿Crees que alguno de tus clientes lo merecería? Comparte tus experiencias en los comentarios.¡Gracias!
!Saludos!