Trabajar en casa tiene muchas ventajas: libertad de horarios, evitar los desplazamientos o eliminar los costes de oficina entre otros, incluso algunos gastos que te puedes deducir si trabajas desde casa.
A pesar de ello, también tiene sus riesgos. Tu casa es una fuente interminable de distracciones: desde la televisión a los vecinos, pasando por el tarro de Nutella que tienes en el armario, la consola, el gato, el teléfono y mil otros asuntos.
La buena noticia es que estos riesgos se pueden minimizar con un poco de práctica y algunos buenos hábitos de productividad. Veamos algunos:
1- Dos o tres tareas diarias, no más
Ponerte 10 tareas diarias solo servirá para agobiarte e ir saltando de una a otra sin terminar ninguna. Analiza las tareas que realmente cierras diariamente y te darás cuenta de que terminar 10 no es realista. Si te pones una meta imposible acabarás tu jornada con una gran frustración y esto te perjudicará. Ponte solo 2 o 3 tareas diarias y déjalas cerradas. Ser realista mejorará tu productividad.
2- Vístete
Darte una ducha y vestirte te puede ser muy útil. Es una rutina que te ayudará a sentir que empieza tu jornada de trabajo. Si lo de la ducha no te convence puedes hacer alguna otra cosa como por ejemplo hacer ejercicio. El deporte por la mañana te ayudará a activarte.
3- Frena a tus amigos
Si trabajas en casa no puedes permitir que tus amigos te interrumpan para tomar unas cervezas o comentar el partido de fútbol de la noche anterior. Si estuvieras en una oficina seguramente no se atreverían, pero en casa corres el riesgo de tener a un amigo asomando por la ventana cada dos por tres. Si esto pasa diles educadamente que estás trabajando y que mejor nos vemos el fin de semana.
4- Sal a trabajar fuera
Salir a trabajar fuera de vez en cuando es algo muy enriquecedor. Seguro que cerca de tu casa tienes una cafetería, un coworking o una biblioteca con WIFI. Trabajar en uno de estos lugares es una forma de romper con la rutina de tu casa. Te puede ayudar a realizar determinadas tareas, por ejemplo la más creativas.
5- Usa la nube
Usar herramientas en la nube es la mejor forma de trabajar porque te permite hacerlo desde cualquier lugar. Y no me refiero solo a poder trabajar en un bar o una biblioteca, me refiero a poder hacerlo en distintos puntos de tu casa si lo necesitas (para alejarte del ruido por ejemplo).
Cómprate un portátil que te de libertad de movimientos, un ordenador de sobremesa te obliga a trabajar siempre en el mismo lugar.
6- Crea tu pequeño espacio de trabajo
Si trabajas con un portátil, no necesitas ninguna oficina fija para trabajar. A pesar de ello, es bueno tener algún rincón de tu casa donde poderte aislar, sobre todo si tienes niños.
Quizá puedas colgar algún aviso en tu puerta cuando no quieras que te interrumpan.
7- Deja que suene el teléfono fijo
Cuando estés trabajando, olvida el teléfono fijo de tu casa. La mayoría de veces será alguien que te quiere vender alguna cosa, de modo que no vale la pena romper tu concentración para escuchar ofertas. Tu familia y tus clientes ya saben cual es tu móvil.
8- Evita las citas particulares a media jornada de trabajo
Si tienes que ir al médico, al dentista o a comprar algo procura no partir tu jornada de trabajo. Pon estas citas antes de emepezar tu jornada o al final, de modo que no te rompan el ritmo.
9- Disfruta tu flexibilidad
Adapta tu trabajo a tu vida y no al revés. Aprovecha los mediodías para hacer deporte, hacer una pequeña siesta o desconectar. Un paseo por el bosque puede darte la solución a un problema que no consigues resolver.
Trabaja en tus horas de mayor productividad, si eres de hábitos nocturnos trabaja por la noche y si tu cerebro funciona mejor de madrugada hazlo entonces.
10- No entres en la cocina
Este consejo es uno de los más efectivos. Tiene que ver con tu productividad pero también con tu salud. Trabajando en casa corres el riesgo de pasarte todo el día picoteando y esto puede perjudicar ambas cosas. Entra en la cocina solo cuando lo tengas estipulado ( a la hora del desayuno y de la comida por ejemplo).
Trabajar en casa requiere autoimponerse una cierta disciplina, y debes evitar entrar en la cocina cuando no toca.
11- Da señales de vida
Si trabajas en equipo da señales de vida a lo largo del día para que las personas que trabajan contigo sepan que estás online.
Crea un calendario común con los otros miembros del equipo para que todo el mundo esté informado de los horarios y disponibilidades de los demás. Mejorará vuestra coordinación.
Conclusión
Trabajar en casa puede perjudicar seriamente tu productividad si no adquieres algunos hábitos para evitarlo.
Ser realista con las tareas diarias, evitar las interrupciones de tus amigos, no coger el teléfono de casa, vestirse, salir a trabajar fuera, tener un portátil, no entrar en la cocina o usar los hangouts puede ayudarte a controlar los riesgos que amenazan tu productividad.
Si no los estás aplicando, escoge alguno y empieza. Incorpora estos hábitos poco a poco a tu forma de trabajar y verás como te sientes mucho más a gusto con tu productividad.
¿Usas alguno de estos hábitos de productividad? Tienes algún otro hábito que nos quieras recomendar? Deja un comentario, no te cortes :)
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